Con varios kilos de menos, la ganadora de Gran Hermano 2007 regresó a Tucumán para terminar su carrera de abogada en la Universidad de San Pablo. Con una figura esbelta, digna de una modelo de Dotto, Marianela Mirra muestra sin culpas su cuerpo. Y promete volver a Buenos Aires cuando encuentre un propuesta actoral que la seduzca. Mientras tanto trabaja como embajadora de la secretaria de Turismo de Tucumán
Por CARLOS QUIROGA
Fotos: CARLOS VILLAGRA
Lejos de los flashes, de los programas indiscretos que la tuvieron como protagonista y de las peleas mediáticas con las vedettes, Marianela Mirra (26), la ganadora de Gran Hermano 2007, disfruta por estos días de su cuerpo estilizado y acepta orgullosa el desafió del fotógrafo de mostrar esos kilos que bajo y que durante un tiempo fueron motivo de burlas y discriminación: “Siento que por fin encontré mi equilibrio y eso fue fundamental para que vuelva a mi peso normal. Acá con la contención familiar me reencontré conmigo misma y descubrí que la vida no termina en Gran Hermano y que tenía condiciones para hacer otras cosas también”.
-¿Por qué decidiste volver a Tucumán?-
- Fue una mezcla de cosas la que me llevaron a tomar esa decisión. Por un lado estaba cansada de la vorágine que implica estar en la vidriera y por otro lado comencé a extrañar a mis amigos y seres queridos, pero lo que fue determinante para regresar es que no había ningún proyecto que me sedujera y que sintiera que fuera realmente para mí. Fueron dos años consecutivos de reality permanente que me desgastaron emocional y físicamente. A la hora del balance me dí cuenta que la vida no terminaba en Gran Hermano y que estaba en condiciones de hacer otras cosas también.
- Me haces acordar a Reuteman cuando en el 2003 le ofrecieron la presidencia dijo que vio al diablo y se bajo. Vos tocaste el cielo con las manos y regresaste. ¿Qué fue lo que realmente te espanto?
- Debo serte realmente sincera termine espantada. Uno a veces sueña con cosas y te encontras con otras. Me resulto muy difícil sobrevivir en medios de peleas mediáticas. Yo nunca estuve acostumbrada a estar en el ojo de la tormenta y decidí ser fiel a mis convicciones, así que opte por apartarme de ese juego, porque me dolía muchas cosas que se dijeron. Aunque yo siempre trate de demostrar que soy mucho más fuerte de lo que en realidad soy. Y era como que necesitaba tomar este impase. La salud de mi papá también influyo para que regresará, pero por suerte él (Mario) ahora está mucho mejor.
-¿En algún momento te sentiste usada?
-No, yo desde un principio fui consciente que era un producto que podía ser descartable, por eso esta bueno el poder elegir y eso me hizo regresar a Tucumán, porque hoy por hoy lo que hay no me atare.
Algunos te critican porque dicen que estas dejando pasar la oportunidad de tu vida. ¿Es así realmente Marianela?
-A mí por suerte nunca me falto el trabajo, pero a mí por ejemplo el teatro de revista no me atare. A mí me interesa la parte actoral de otro lado y aspiró algún día poder hacer ficción. Aunque realmente no sé de qué depende para estar ahí.
- ¿Valió la pena tanta exposición?
-Sí, me pareció sumamente gratificante. A nivel personal fueron muchos logros muy de golpes. Pero lo que si me molesto de la exposición es que constantemente te están juzgando Un día sos la persona más exitosa y talentosa y al otro día no. Yo por suerte yo sé lo que soy y no necesito estar pendiente de esa exposición.
- ¿Qué fue lo más lindo que te dio la fama?
- La popularidad, el poder hacer las cosas que me gustan y el club de fans de los malitos, que esté o no en la vidriera, siempre están pendientes de mí. Pero sin dudas que lo más lindo que me dio la fama fue el cariño de la gente, eso para mi no tiene precio.
-Entre los argumentos que esgrimiste para dejar Buenos Aires es que necesitabas aferrarte a cosas más concretas. ¿A qué cosas te referís Marianela?
- Por ahí terminar la carrera de abogacía que comencé en algún momento. A veces siento que la fama es muy superficial y necesito aferrarme a mi familia, a un trabajo más estable, a cumplir un horario. Ahora sé lo que voy hacer mañana, cosa que no sabía cuando estaba en Buenos Aires, allí iba haciendo lo que me salía día a día.
-¿Volviste a la Facultad?
- Sí, era una asignatura pendiente en mí vida. Actualmente estoy cursando el tercer año de la carrera de abogacía en la Universidad de San Pablo. Por suerte me recibieron muy bien, aunque al principio costo porque era difícil que me dejen de ver como un bicho raro, pero con el tiempo se fueron adaptando y hoy soy una compañera más.
-¿Cuál es la dieta que aplicaste para volver a tu peso normal?
-La verdad que no hubo dieta ni receta mágica para bajar de peso, simplemente fue viajar un cambio y volver a ser yo. Hubo un momento cuando estaba en Buenos Aires que sentía que por más que me matará a gimnasia y que no comiera nada no podía bajar un gramo más, mi cuerpo estaba estresado y necesitaba de este impase. Ahora no me cuido tanto y miren como estoy (la verdad que luce espléndida y esbelta)
-¿Cuánto bajaste Marianela?
- No lo sé ya perdí la cuenta, je je je, pero lo cierto es que hoy me encontré con mi cuerpo, me siento cómoda y me siento bien, eso inclusive lo sentí en la producción fotográfica en donde me pude mostrar por primera vez como realmente soy.
- ¿Cuánto pesaron esos kilos de más Marianela?
- Bastante, nunca imaginé que por unos cuantos kilos de más, cuanto te podían llegar a discriminar. Fue muy cruel vivir esa experiencia, aunque yo siempre lo tomé con pinzas porque sabía que esos kilos en algún momento los iba a poder bajar. Me gusto también poder verlo del otro lado lo que sufre la otra persona cuando está excedida en peso. A mí por suerte, dada mi popularidad, no me impidió hacer cosas. Pero lo cierto es que no es un buen mensaje tener que pesar 40 kilos para triunfar. No todo pasa por tener un cuerpo y una cara bonita.
-¿Y ahora que bajaste los kilos de más, me imagino que no te faltarán pretendientes?
-Yo la verdad que tengo ganas de enamorarme perdidamente de alguien que me haga volar la cabeza. Pero lo cierto es que estoy muy ocupada y hasta ahora ese príncipe no llegó.
-¿Marianela y ahora que estas alejada del medio de qué vivís?
- Yo ahora estoy trabajando en la dirección de Turismo de Tucumán, mi misión es ser un poco la embajadora de la provincia en el país y promover los hermosos lugares que tiene Tucumán para que la gente lo visite para las vacaciones de julio. Por otra parte estoy haciendo varias campañas publicitarias y desfiles, aunque no este en el medio siempre me están llamando. Por ahora mi prioridad para el 2009 pasa por seguir estudiando y recibirme lo más ante posible.
-¿Por qué decidiste volver a Tucumán?-
- Fue una mezcla de cosas la que me llevaron a tomar esa decisión. Por un lado estaba cansada de la vorágine que implica estar en la vidriera y por otro lado comencé a extrañar a mis amigos y seres queridos, pero lo que fue determinante para regresar es que no había ningún proyecto que me sedujera y que sintiera que fuera realmente para mí. Fueron dos años consecutivos de reality permanente que me desgastaron emocional y físicamente. A la hora del balance me dí cuenta que la vida no terminaba en Gran Hermano y que estaba en condiciones de hacer otras cosas también.
- Me haces acordar a Reuteman cuando en el 2003 le ofrecieron la presidencia dijo que vio al diablo y se bajo. Vos tocaste el cielo con las manos y regresaste. ¿Qué fue lo que realmente te espanto?
- Debo serte realmente sincera termine espantada. Uno a veces sueña con cosas y te encontras con otras. Me resulto muy difícil sobrevivir en medios de peleas mediáticas. Yo nunca estuve acostumbrada a estar en el ojo de la tormenta y decidí ser fiel a mis convicciones, así que opte por apartarme de ese juego, porque me dolía muchas cosas que se dijeron. Aunque yo siempre trate de demostrar que soy mucho más fuerte de lo que en realidad soy. Y era como que necesitaba tomar este impase. La salud de mi papá también influyo para que regresará, pero por suerte él (Mario) ahora está mucho mejor.
-¿En algún momento te sentiste usada?
-No, yo desde un principio fui consciente que era un producto que podía ser descartable, por eso esta bueno el poder elegir y eso me hizo regresar a Tucumán, porque hoy por hoy lo que hay no me atare.
Algunos te critican porque dicen que estas dejando pasar la oportunidad de tu vida. ¿Es así realmente Marianela?
-A mí por suerte nunca me falto el trabajo, pero a mí por ejemplo el teatro de revista no me atare. A mí me interesa la parte actoral de otro lado y aspiró algún día poder hacer ficción. Aunque realmente no sé de qué depende para estar ahí.
- ¿Valió la pena tanta exposición?
-Sí, me pareció sumamente gratificante. A nivel personal fueron muchos logros muy de golpes. Pero lo que si me molesto de la exposición es que constantemente te están juzgando Un día sos la persona más exitosa y talentosa y al otro día no. Yo por suerte yo sé lo que soy y no necesito estar pendiente de esa exposición.
- ¿Qué fue lo más lindo que te dio la fama?
- La popularidad, el poder hacer las cosas que me gustan y el club de fans de los malitos, que esté o no en la vidriera, siempre están pendientes de mí. Pero sin dudas que lo más lindo que me dio la fama fue el cariño de la gente, eso para mi no tiene precio.
-Entre los argumentos que esgrimiste para dejar Buenos Aires es que necesitabas aferrarte a cosas más concretas. ¿A qué cosas te referís Marianela?
- Por ahí terminar la carrera de abogacía que comencé en algún momento. A veces siento que la fama es muy superficial y necesito aferrarme a mi familia, a un trabajo más estable, a cumplir un horario. Ahora sé lo que voy hacer mañana, cosa que no sabía cuando estaba en Buenos Aires, allí iba haciendo lo que me salía día a día.
-¿Volviste a la Facultad?
- Sí, era una asignatura pendiente en mí vida. Actualmente estoy cursando el tercer año de la carrera de abogacía en la Universidad de San Pablo. Por suerte me recibieron muy bien, aunque al principio costo porque era difícil que me dejen de ver como un bicho raro, pero con el tiempo se fueron adaptando y hoy soy una compañera más.
-¿Cuál es la dieta que aplicaste para volver a tu peso normal?
-La verdad que no hubo dieta ni receta mágica para bajar de peso, simplemente fue viajar un cambio y volver a ser yo. Hubo un momento cuando estaba en Buenos Aires que sentía que por más que me matará a gimnasia y que no comiera nada no podía bajar un gramo más, mi cuerpo estaba estresado y necesitaba de este impase. Ahora no me cuido tanto y miren como estoy (la verdad que luce espléndida y esbelta)
-¿Cuánto bajaste Marianela?
- No lo sé ya perdí la cuenta, je je je, pero lo cierto es que hoy me encontré con mi cuerpo, me siento cómoda y me siento bien, eso inclusive lo sentí en la producción fotográfica en donde me pude mostrar por primera vez como realmente soy.
- ¿Cuánto pesaron esos kilos de más Marianela?
- Bastante, nunca imaginé que por unos cuantos kilos de más, cuanto te podían llegar a discriminar. Fue muy cruel vivir esa experiencia, aunque yo siempre lo tomé con pinzas porque sabía que esos kilos en algún momento los iba a poder bajar. Me gusto también poder verlo del otro lado lo que sufre la otra persona cuando está excedida en peso. A mí por suerte, dada mi popularidad, no me impidió hacer cosas. Pero lo cierto es que no es un buen mensaje tener que pesar 40 kilos para triunfar. No todo pasa por tener un cuerpo y una cara bonita.
-¿Y ahora que bajaste los kilos de más, me imagino que no te faltarán pretendientes?
-Yo la verdad que tengo ganas de enamorarme perdidamente de alguien que me haga volar la cabeza. Pero lo cierto es que estoy muy ocupada y hasta ahora ese príncipe no llegó.
-¿Marianela y ahora que estas alejada del medio de qué vivís?
- Yo ahora estoy trabajando en la dirección de Turismo de Tucumán, mi misión es ser un poco la embajadora de la provincia en el país y promover los hermosos lugares que tiene Tucumán para que la gente lo visite para las vacaciones de julio. Por otra parte estoy haciendo varias campañas publicitarias y desfiles, aunque no este en el medio siempre me están llamando. Por ahora mi prioridad para el 2009 pasa por seguir estudiando y recibirme lo más ante posible.
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